DE LA MISERICORDIA DIVINA
Así lo ha querido el Corazón Misericordioso de Jesús
que nos dice:”Deseo que esta Fiesta sea un refugio para todas las almas, pero, sobre
todo, para los pecadores".
Sobre todo, para los pecadores: Esta es amigo, tu gran oportunidad, mi oportunidad y la de todos los que nos sabemos pecadores. Aprovechemos, porque Jesús nos dice que "en ese día están abiertas todas las Fuentes de mi Misericordia".
Terminada la Novena a la Divina Misericordia que
públicamente hecho echo en nuestro templo, y finalizamos el día siguiente con
el Domingo Pascual, la Fiesta de la Misericordia.
La cita fue a las 12.00 h. con el rezo del Regina
Coeli, y con mucho fervor se rezó la Coronilla de la Misericordia, el acto de
consagración a la Misericordia y el texto de Santa Faustina, donde espica el
significado de esta gran fiesta.
Recibimos la Bendición con el Santísimo a las 12.25
h. y se continuó la Santa Misa, que fue presidida por nuestro querido Capellán.
Preciosa homilía la que hizo en este maravilloso día,
apoyándose en una meditación del P. Raniero Cantalamesa, ofm.Cap. (Predicador de la Casa Pontificia) expuso
magníficamente la misericordia divina, vista desde dos sentidos: las manaos y
los pies.
Las gentes acudían a Jesús por su tacto misericordioso.
El es la mano que nos tiende a nosotros pecadores ofreciéndonos
su misericordia.
Con el dedo de Dios se hizo las tablas de la Ley en
el monte Sinaí.
Jesús se convierte en la mano visible del Padre.
El Padre es misericordioso, y por ello Jesús
practica la misericordia.
Esta es la Buena Noticia que nos ha traído: su
misericordia su compasión, el perdón…
Los pies misericordiosos de Jesús nos invitan a
caminar por el buen camino, realizando las obras de misericordias.
Terminó dirigiéndose a Santa Mª la Virgen para que
nos muestre sus ojos de misericordia y nos enseñe a ser misericordioso como
Ella.
En este domingo hubo una participación bastante
considerable de fieles devotos de la Divina Misericordia, en donde se les
informó la forma de ganar la Indulgencia Plenaria que concede este día la Santa
Madre Iglesia,
desde el 29/6/2002 a todo aquellos que participen de este
culto.
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