DE
SAN ANTONIO DE PADUA. 2022
El lunes 13 de junio de 2022, día en que la Iglesia universal y la familia Franciscana celebran la fiesta de San Antonio de Padua, esta comunidad de Clarisas Descalzas, iniciamos un Solemne Triduo en su honor.
Todos los días comenzábamos a las 09.30 h. el rezo del Rosario de San Antonio y el ejercicio del santo, continuando seguidamente a las 10.00 h. la celebración de la Santa Misa, que presidió con sumo gusto nuestro querido padre capellán, el Rvdo. Sr. D. Francisco José Trabadela Gómez.
En las homilías nos acercó a la figura de este hombre santo, tan querido por todas la gentes sencillas y humildes.
Hizo un recorrido histórico de los datos biográficos del santo, y donde conocimos su deseo de predicar a los mahometanos, y morir mártir, aspiración que no pudo consumirse.
Un hombre sabio, que estaba tan familiarizado con la Sagradas Escrituras, que se las sabía de memoria, y no necesitaba hacer uso de los libros sagrados.
Su testimonio de vida nos debe animar en el seguimiento de Cristo, y amar la Palabra de Dios, haciéndola como él, en el centro de nuestra vida cristiana.
En el segundo día del Triduo, celebró la misa votiva de San Antonio, y en la homilía giró sobre la relación de San Antonio de Padua con San Francisco de Asís.
San Antonio le toco vivir en el siglo XII, con muchas dificultades como las que nos está tocado vivir actualmente.
Hombre insatisfecho de su Iglesia local, en donde estaba como Agustino, pero el encuentro con San Francisco de Asís, dio un cambio en su vida, y optó por una vida de renuncia y ascética, donde compartió sus bienes dárselo a los pobres. Le sirvió para cambiar su alma y decidió hacerse Franciscano. San Francisco colmó la sed de aquello de lo que San Antonio estaba desorientado.
El ejemplo de la llegada de los Protomártires de Marrueco a Coímbra, le impulsó abrazar la vida de la Orden Franciscana.
San Francisco, le mandó a que impartiera Teología a los Hermanos Menores, sin perder con ello el “espíritu de oración y devoción”, como manda la Regla.
El día 15 de junio, concluimos este acto de devoción, y D. Francisco nos acercó a San Antonio, desde la perspectiva de lo fundamental en la Vida Religiosa. La misma es la búsqueda y el amar a Dios.
La Vida Religiosa que se realiza primeramente con el seguimiento de Cristo, manifestado en los votos de pobreza, castidad y obediencia, como Cristo pobre, casto y obediente a la voluntad del padre.
San Antonio de Padua lo desarrollo maravillosamente en su sermón del segundo domingo de Cuaresma.
La comunidad se esforzó en embellecer la celebración eucarística, y en el templo se llenó de fieles, -más de los acostumbrado- por los devotos del Paduano.
Ruega por nosotros San Antonio, glorioso y santo, para que imitemos a Cristo, según el Santo Evangelio, sin glosa alguna.
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