Fiesta de la Impresión de las Llagas de San Francisco de Asís.
Clausura del VIII Centenario. Badajoz, 17 de septiembre de 2024
Este año 2024 no podía pasar desapercibida la Fiesta de la Impresión de las Llagas de San Francisco de Asís, al cumplirse los 800 años de este hecho de la vida del santo.
La Comunidad de Clarisas Descalzas, en Badajoz, decidió vivir esta efeméride de este centenario articulado, -2023-2024- junto a nuestro Pastor Diocesano, Mons. Fr. José Rodríguez Carballo, ofm. Arzobispo de Mérida-Badajoz, con una solemne eucaristía que presidió en nuestra iglesia este día 17 de septiembre de 2024, a las 10.00 h. concelebrando el Muy Iltre. Sr. D. Pedro Fernández Amo, Deán de la S.I.C, el Muy Iltre. Sr. D. David Martínez Gutiérrez, Canónigo, y nuestro fiel capellán el Rvdo. Sr. D. Francisco José Trabadela Gómez.Nuestro hermano y Pastor Fr. José se encontró muy feliz y a gusto con la invitación de la Comunidad para celebrar el VIII Centenario de los Estigmas de San Francisco.
Vino ataviado con su hábito franciscano y nos dijo que hoy estaba cumpliendo 53 años de sus primeros votos religiosos en la Orden Franciscana.
Contamos con muy poca asistencia de fieles; pero a Mons. no le importó porque él dijo que lo importante es que estuviéramos nosotros.
Al terminar la misa pasó junto con los sacerdotes concelebrantes a saludar a la comunidad, donde una vez más nos volvió a decir lo mucho que quiere a las monjas Clarisas.
HOMILÍA DE MONS. FR. JOSÉ RODRÍGUEZ CARBALLO, OFM
Su homilía fue una verdadera joya de espiritualidad Franciscana, por ello paso a transcribirla:
Sacerdotes concelebrantes en esta eucaristía, queridas hermanas Clarisas, queridos hermanos y hermanas, os saludo deseándoos paz y misericordia de parte de Dios, el Padre de las misericordias.
Celebramos hoy, esta fiesta propia del calendario Litúrgico Franciscano, con la mente y el corazón puestos en el monte Alvernia, donde Francisco de Asís, dos años antes de morir recibió lo estigmas de Cristo crucificado.
Es importante darnos cuenta del momento que estaba viviendo Francisco, para entender plenamente este hecho importantísimo en la vida de San Francisco, de la Impresión de las Llagas.
San Francisco estaba viviendo un momento de enorme crisis, su alma estaba atormentadla le saltaban los pensamiento más extraños hasta llegar a pensar que toda su vida había sido tiempo perdido y que peligraba incluso su salvación.
Y sube al monte Alvernia para pedir luz al Señor, para preguntarle ¿es verdad que he perdido el tiempo o por el contrario, he seguido el camino que tú me has trazado?
Las llagas en el cuerpo de Francisco, el primer estigmatizado de la historia, como dijo el Papa Juan Pablo II: Precisamente en el santuario del monte Alverna: “las llagas de tu cuerpo son las repuestas que Dios, a través de Jesús, ha dado a Francisco. En el fondo le dice no con palabras; sino con el hecho de la Estigmatización: “no temas, no te has equivocado, has hecho, has recorrido el camino, que yo había trazado para ti”. Es un camino hermanos y hermanas de identificación plena con Cristo, identificación plena con Cristo. El sólo objetivo que se forja Francisco a raíz de su conversión. Centrarse en Cristo, vivir con Cristo para identifica con Cristo.
Francisco pude decir: desde este momento, no vivo yo, -son palabras de San Pablo- es Cristo quien vivir en mí, y puedo hacer suyas la expresión de Pablo, que hemos escuchado en la primera lectura: “desde ahora que nadie me moleste, porque llevo en mi cuerpo los estigmas”, la señal de la Pasión de Jesús.
Cómo decía al inicio, los estigmas son la experiencia mística, más profundas y elevada que ha tenido San Francisco.
Francisco para quien conoce bien, sus escritos sobre todo las oraciones que nos han llegado hasta hoy, se revela un alma profundamente mística, contemplativa, precisamente subía a menudo a al monte Alvernia, precisamente porque allí quería retirarse, y contemplar a su Señor, sobre todo en los misterios de su pasión, muerte y resurrección. Y precisamente en una de esas ocasiones hay un hecho que nos relatan las fuentes franciscanas, que encuadran perfectamente la experiencia mística que hoy celebramos.
En una ocasión nos cuentan las fuentes, Francisco se retiró con su fiel secretario a rezar al monte Alverna. Tengamos claro que en San Francisco no quiso nunca lugar en propiedad, pero hay dos cosa, dos lugares que ha querido: uno es precisamente el monte Alvernia, regalado por un conde amigo suyo, no rechazo el regalo, estaba muy, muy vinculado a esa montaña santa. El otro es la Porciúncula, tanto que llego a decir a sus hijos;” si un día os echan por la puerta, entrad por la ventana, pero no nunca abandonéis este lugar”.
Pues bien, un día, con su secretario Fray León se dirige a la montaña, allí a apartándose un poquito de León, se adentra en el bosque, un bosque maravilloso que todavía se conserva, y allí oraba, y allí donde no llegan las fuentes franciscanas, nos ayudan otras obras. Hay una obra muy bonita, que yo recomiendo leer: “El Poverello de Asís”, de un novelista Griego Niko Kazantzakis de ahí ese autor, que para mí es un de los que mejor capto la espiritualidad del seráfico padre, dice que Francisco oraba con estas palabras: “el Amor no es amado, el Amor no es amado”. León que escuchaba esta plegaria, esta oración, se acerca y le dice: “pero Francisco que estás diciendo: ”tú amalo, mira todo lo que has hecho en tu vida y le vas recordando los episodios fundamentales de tu humildad, y Francisco responde siempre: “el Amor no es amado, el Amor no es amado”, y ya por tercera vez, después que León siguiera recordando todo lo que Francisco hizo por Jesús; Francisco interrumpe como enfadado y le dice: “no, hermano León, no hermano León, escribe en tu corazón: el Amor no es amado, porque Dios, - y a mi esta definición me encanta - porque Dios es el nunca sufriente. Eso solo lo puede decir él. “El nunca suficiente”. Esto es importante recordarlo, porque muchas veces nosotros, también nosotros como León queriendo consolar a Francisco, hacemos el inventario de todo lo que hemos hecho por Jesús, o estamos haciendo. Pienso en vosotras queridas hermanas: “¡si yo renuncie a todo, vivo en clausura!”. ¡Recordad, Dios, es el nunca bastante! Esto lo podemos decir todos: si hemos entendido si hemos entendido que Dios nos amó hasta el extremo a través de su Hijo.
Sólo podemos entenderlo y decirlo de verdad, si nos damos cuenta lo que significa la definición de Dios que nos da San Juan: “Dios es Amor”; es más podemos decir “Dios es el Amor”. Francisco había entendido esto y por eso grita: “el Amor -Dios- no es amado”.
San Buenaventura, doctor Seráfico, tercer sucesor de San Francisco, como Ministro general de la Orden, hablando de los Estigmas de la fiesta de hoy, dirá: “el Amante, -Francisco- se identificó con el Amado; el amante, porque antes de que nosotros amemos a Dios, somos amados por Dios. El amante se identificó con el Amado, y siempre pensando en las llagas.
Hay una cosa importante en la vida de San Francisco, el nunca hizo alarde, de llevar en su cuerpo las llagas de Cristo, al contrario todas las fuentes, todas, y son muchas la fuentes históricas que nos hablan de la impresión de las llagas en el cuerpo de San Francisco, subrayan que el llevaba las llagas en su cuerpo como un tesoro precioso que custodiaba, con gran pasión Porque claro que acudirían curiosos como hoy. Imaginemos que alguien dijera que lleva las llagas de Cristo, sí que iríamos a verlo.
Francisco la tuvo ocultas hasta su muerte, solo tenía derecho a contemplarla su fiel secretario León, que era el que le cambiaba el paño, con el que cubría llaga del costado y que se conserva hoy ensangrentado en el monte Alverna, sale todos los días en procesión a las tres de la tarde. Y el paño no era un guante, el paño en el que envolvía sus manos para que nadie se las vises. Quiso llevar una vida tranquila como siempre, solo hay una excepción, en un momento dado no podía caminar y aceptó que lo colocarán sobre un árbol para poderlo clavar; como he dicho, San Juan Pablo II, lo define como el estigmatizado del monte Alverna, como el primer estigmatizado de la historia.
Hoy nos encomendamos a él. Yo creo que hay muchas cosas que le podemos pedir; una es la petición fundamental: “que yo le ame, que sepamos amar a Cristo, con amor de enamorados”. El cristiano tiene que ser enamorado de Cristo.
Vosotras hermanas, tenéis que ser enamoradas de Cristo, de Jesús; sino no tiene sentido vuestra vida, -meteros bien esto en la cabeza-. Ya sabéis yo con vosotras hablo, pan pan, vino vino, porque os quiero. No os necesitamos, no os necesitamos como piezas de museos que custodian hermosas obras de artes, como es el Nazareno, el Cristo de la Espina, o la Virgen Santísima. No, os necesitamos como enamoradas de Cristo. Locas de amor por Cristo, entonces sí que tiene sentido vuestra penitencia, vuestra vida austera -que sé que la lleváis- vuestras largas horas de oración -que sé que las hacéis-. Tiene sentido vuestra clausura, que no es entendida por la gente, pero quien está enamorado le basta tener al Señor.
¡Feliz fiesta hermanas!¡Deseadme a mí también feliz fiesta!, que como dije antes para mi esta fiesta es muy importante, porque en un día como hoy hice mi primera Profesión, y bueno termino diciendo que hay un hecho tocante en la vida de Francisco, en relación con las llagas: subió al monte dudando que se salvaría, baja del monte con mucho dolor dice las fuentes, en su cuerpo cantando y ahí compone la famosísima oración de Alabanza al Dios Altísimo, que debemos los Franciscanos, pero no todos de rezar cotidianamente, donde Francisco dice entre otras cosas: “Tu eres el bien, Tu eres el sumo bien, Tu eres todo bien, y sigue: Tu eres belleza, Tu eres alegría, Tu eres consuelo, Tu eres nuestro defensor y custodio, Tu lo eres todo, Tu lo eres todo.
¿Quién es Dios para ti hermana? Para vosotros hermanos y hermanas, para nosotros en el presbiterio, ¿podemos decir que para nosotros Dios es la belleza, podemos decir que Dios es nuestro protector en todo momento, podemos decir que Dios es todo para mí?
Paz y Bien hermanos y hermanas.
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