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                      SOLEMNE TRIDUO A

NTRA. SRA DE LAS MERCEDES

 

En los tres días que preceden a la fiesta de Ntra. Sra. de las Mercedes, estuvimos en torno a Ella, nuestra Madre y titular para expresarle nuestro afecto y para que Ella siga siendo “la Madre”,  de esta fraternidad franciscana. 

Los días 22, 23 y 24 de septiembre de 2020, pusimos nuestra mirada en esta Madre de Misericordia, obsequiándola con el rezo del Santo Rosario, y el ejercicio del Triduo, continuando con la Bendición y Reserva del Santísimo. 

La Santa Misa fue celebrada a las 19.30 h. por el Rvdo Sr. D. Jacinto Ruiz-Roso Rivera, Formador del Seminario Metropolitano de San Antón, de esta ciudad de Badajoz. 

En estos días tan solemnes para esta fraternidad, pudimos disfrutar en estos cultos, de seis seminaristas menores de nuestro seminario. Ellos proclamaron las lecturas, y acolitaron en el altar durante la celebración de la Santa Misa. 

       El Evangelio de estos días nos han llenado de esperanza, y enfervorizado con estos pasajes bíblicos tan apropiado para el momento que nos está tocando vivir, donde el  predicador con su maravillosos talentos hacia templar el templo. 

Como María debemos escuchar la Palabra de Dios y llevarla a la vida. 

Resaltó como el parentesco de sangre es muy importante, pero mejor es el que escucha la Palabra de Dios, y la cumple. Ellos son mi madre, mi padre y mis hermanos, como se terminó de escuchar en el evangelio proclamado. 

Afirmó, que nosotros podemos tener el parentesco espiritual con Jesús y con María. Esto es un regalo de nuestra fe. 

¿Cómo vivo yo, en mi familia religiosa como Hijo de Dios? ¿Se me nota? 

En el segundo día del Triduo, se basó en la segunda lectura, muy apropiada, fijándose en las palabras de san Pablo: “Hermanos, a los que aman a Dios, todo le sirve para bien”. 

Y podemos pensar nosotros: ¿Todo? ¡El sufrimiento, la soledad, el pecado de los otros, mis propios pecados…! 

San Pablo sabía muy bien lo que era sufrir por Cristo, pues su corazón estaba lleno del amor de Dios. 

El tema de predicación del último día fue: “A los que aman a Dios todo le sirve para bien”. 

Aquí presentó a Santa María, al pie de la Cruz, donde nos invitó a ser fieles cirineos llevando con alegría la cruz de cada día. Para ello no tenemos que hace grandes cosas, sino la de cada día mejor. Siendo amables, callar en el momento oportuno, prudentes, sacrificados, utilizar bien mi tiempo, entre otras muchas cosas… 

Se escuchó en el evangelio de este día: “Mujer, ahí tienes a tu Hijo”. 

Dijo que por las noches en el examen de conciencia debemos concretar lo que tengo que hacer en el día siguiente, con cosas concretas para no se nos queden las cosas con los buenos deseos. 

Rezamos todos con estas palabras: “Madre dame un corazón como el tuyo y enséñame a ser como tú”. 

En estos días contamos con una afluencia de fieles, manteniendo en el templo el aforo que establece las normas sanitarias. 

En estos días tuvimos muy presente a tanto hermanos y hermanas que están sufriendo la pandemia del Covid-19, y también por todos los que trabajan en la Pastoral Penitenciaria, y en especial a todos los que están faltos de libertad en el Centro Penitenciario de Badajoz. 

¡Que Santa Mª. de las Mercedes, nos ayude a superar estos momentos de tanto sufrimiento, y que sepamos estar como Ella, a los pies de la Cruz, con su Hijo Crucificado!