El día 17 de noviembre de 2020, celebramos en nuestra iglesia la fiesta de Santa Isabel de Hungría, Patrona de la Orden Franciscana Seglar, y donde toda la familia Franciscana celebra el Día del Franciscano Seglar.
Este fue un día de doble fiesta para los Terciarios Franciscanos de esta ciudad: el celebrar a su patrona, y el volverse a encontrar por primera vez después del obligado confinamiento a causa de la pandemia del Covid-19. Antes las dificultades que aún se está viviendo, no se podía pasar por alto la efeméride de la conmemoración de la aprobación de su Regla. El rápido crecimiento de las fraternidades de Terciarios Franciscanos, obligó a crear normas que regularan su forma de vida, su organización y su papel en la sociedad. Para ello el papa Honorio III aprobó en 1221 el Memoriale Propositi, que se ha considerado como la “primera regla” que la Iglesia entregó a los Terciarios Franciscanos, y que recogía las orientaciones que Francisco había dado a las Fraternidades de Penitentes.
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Una tarde gozosa donde nos reunimos las tres Órdenes de San Francisco de Asís, para orar y dar gracias por la vida y el ejemplo de Santa Isabel de Hungría. Teniendo a las 18.00 h. una celebración solemne de la Santa Misa, con el rezo de Vísperas. Presidiendo el P. Fray Miguel Ángel Coronado Velarde, ofm de la Fraternidad de San Antonio, de Cáceres, y Asistente de esta fraternidad de seglares en Badajoz.
Una homilía muy cortita, y muy práctica para la vivencia del día a día de nuestra vida evangélica. En donde recordó la vida de santidad de Santa Isabel de Hungría.
Apuntó que muchas veces tenemos a Dios, sí, pero no lo ponemos “delante” de nuestras vidas. Si tuviéramos a Dios en lo alto, haríamos una locura, más de las que hacemos normalmente. Hay que estar tocado por la gracia de Dios, para hacer lo que hizo Santa Isabel de Hungría, que despojada de todas las pompas humanas, se entregó y consagró totalmente a Jesucristo.
Indicó que debíamos cambiar nuestra mirada, y nuestra forma de ser. No podemos ver la pandemia como los demás, tenemos que llenarnos de esperanza, de confianza y leer la historia presente como un tiempo de gracia y de conversión porque nuestro egoísmo se resiste en hacer obras buenas y queremos ver los frutos rápidamente.
Ojala escuchemos la voz del Señor, y dejemos inundarnos de esa alegría, y de esa fuerza que nosotros solos nos podemos. Ojala abramos nuestro corazón, para acoger la Palabra salvadora de Jesucristo.
En el marco de la Eucaristía han inaugurado los Terciarios Franciscanos Seglar, el VIII Centenario de la Fundación de su Orden, extendida por todo el mundo.
Que Dios los ilumine en todos sus proyectos personales, apostólicos, y que nuestro Seráfico Padre San Francisco interceda por su santificación.
Una vez que terminó la Santa Misa, pasaron al locutorio, donde el P. Asistente nos contó su vocación religiosa y disfrutamos al describirnos como fue la celebración de su ordenación sacerdotal que tuvo lugar en Madrid, en mes de septiembre.
La Comunidad dio un pequeño detalle a cada hermano Terciario, y al P. Miguel Ángel, dos obsequios muy franciscanos.
Con este evento pudimos poner en práctica lo que nos aconsejó para este mes de noviembre la Comisión de Relaciones Fraternas: la oración y el mejorar la relaciones con estos hermanos.
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