04-05-2024
Después de haber celebrado ayer la Cruz de mayo, en este día 4 de mayo de 2024, celebramos en este año por primera vez la fiesta de Ntro. P. Jesús de la Espina, en el día de su fiesta. Es una talla de un nazareno, que lleva la cruz acuesta dirigiéndose al Calvario.
Para manifestar la gran devoción que esta Comunidad de Hermanas Pobres de Santa Clara, le profesa, iniciamos la fiesta a las 9.45 h. con el rezo de la Coronilla a la Divina Misericordia y rezamos la oración al Cristo de la Espina.
Presidió esta cena del Señor, el Rvdo. Sr. D. Francisco José Trabadela Gómez, Capellán del Monasterio, a las 10.00 h.
Con mucha unción y devoción predicó esta fiesta, que inició con estas palabras: “Observad la imagen del Cristo de la Espina, veréis que va andando y él ha dicho:” Yo soy el camino, la verdad y la vida”.
Hoy primer sábado de mes, celebramos el día de la vida.
Va caminando Jesús, hacia el martirio, no va a una fiesta, va al martirio, es Él que dice que es la verdad, el camino y la vida.
Camina para lo que es más importante para nosotros, dar la vida por todos nosotros.
Pero, Él que es la “Verdad”, no es bien acogido. La verdad molesta, etc.. preferimos dar rodeos y no decir la verdad que nos duele.
Nos dice le Papa Benedicto XVI siguiendo al Maestro, destaca el Papa: “la relación que existe entre la verdad, la cruz y el martirio que es vital, para todo discípulo del Maestro (para todos, para mí, para cada uno de nosotros) es una vida inaceptable.
En su Enciclica “salvados por la esperanza”, nos recuerda el Papa Benedicto XVI que la capacidad de sufrir por amor a la verdad es el principio de una vida.
Esta capacidad depende del tiempo y de la esperanza que cada uno de nosotros llevamos dentro.
Es tan importante para cada uno de nosotros la verdad, como para centra el sufrimiento en nuestras vidas.
Va Cristo caminando, no va parado, es la verdad que lleva cargando la cruz en la que va a ser colgada y sacrificado por nosotros.
Por eso hoy que celebramos la fiesta del Cristo de la Espina, que llevaba la reliquia de la Santa Espina, en un decoroso sagrario labrado en la espalda, y la misma daremos a venerar al finalizar la misa.
Añade el Papa: “en las pruebas verdaderamente graves, en las cuales tenemos que tomar decisiones definitivas, donde tenemos que anteponer la verdad al bienestar es necesario la verdadera certeza, la gran esperanza. Por eso necesitamos luz, ser testigos y mártires que cumplen totalmente con la verdad, esto es maravilloso”.
Pasamos un día muy feliz que Dios nos regaló, donde sentimos el deseo de seguir con más fidelidad a Cristo, que se ha hecho para nosotras camino, verdad y vida en nuestras vidas.
Al termina la Eucaristía en fila de uno pasaron los fieles muy emocionados a venerar y besar la reliquia de la Santa Espina.
Ruega por nosotros Ntro. Padre Jesús de la Espina.
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