viernes, 31 de mayo de 2024

Solemne Triduo. Corpus Christi. 2024

SOLEMNE TRIDUO

CORPUS CHRISTI

Del 31 de mayo 

al 2 de junio de 2024

 El día en que la Iglesia se celebra la Fiesta de la Visitación de María a y su prima Santa Isabel, se inició en este monasterio un Solemne Triduo al Santísimo Cuerpo y Sangre de Jesucristo.

El ejercicio del Triduo comenzaba a las 9.30 h. con el rezo del Rosario del Amor, y la meditación correspondiente.

A las 10.00 h. los dos primeros días la Eucaristía presidida y predicada por el Rvdo. Sr. D. Francisco José Trabadela Gómez, Capellán del Monasterio. El Domingo Solemnidad del Corpus Christi, a las 12.25 h. Bendición y Reserva del Santísimo, continuando la Santa Misa, a las 12.30 h.

En las homilías pudimos honda de la profundidad de este sacramento y cada día tenía su matiz.

 

         En el primer día la inició con estas palabras: “Este es mi cuerpo, y esta es mi sangre”, que diariamente dice los sacerdotes cada vez que celebran la Santa Misa.

La Eucaristía embellece, consagra toda la realidad del mundo del ser humano.

María en su visitación a su prima Isabel se puede decir que ella se cumplió por primera la procesión del Corpus; ya que María su Madre, paseaba por las calles a Cristo, que llevaba en su  seno.

Que nosotros también llevemos a Cristo en nuestra alma y hagamos también procesión del Corpus por donde vayamos, y lo llevemos con nuestro comportamiento.

En el día segundo hizo una breve relación entre la que existe la Eucaristía y la Encarnación. Para ello nos dice San Agustín: “que en la Encarnación, María concibió a Cristo en su espíritu antes que en su cuerpo”.

María es el modelo más perfecto de contemplación y así tenía que ser quien termina de recibir la Sagrada Comunión.

Hagamos como nuestra Madre Santísima, que antes de recibir a su Hijo en su seno virginal, lo recibió en su espíritu, porque según San Lucas: “guardaba todas las palabras en su corazón”. La Palabra por excelencia es Jesucristo.

El día del Corpus comenzando nuevamente con las misma palabras del primer día: “Esto es mi Cuerpo, esto es mi sangre”.

Permaneciendo en silencia ante Jesús Sacramentado, se percibe este deseo de Jesús: la luz de Dios entra poco a poco en el corazón y lo va sanando.

Las almas contemplativas son las que contemplan al “Sol de Justicia”. El gran árbol que es la Iglesia

Terminó su breve reflexión con las palabras del Apóstol Pablo a los Cristianos de Corintio: “mas todos nosotros que llevamos la cara descubierta. Reflejamos la gloria del Señor, y nos vamos transformando en su imagen con el esplendor  creciente por la acción del Espíritu Santo”.

 Que cada día nos sumerjamos más en la Adoración Eucaristía y lo vivamos en nuestra jornada.

Llevemos a los demás la paz interior que sentimos cada día cuando estamos en esta Iglesia donde Él está Expuesto Solemnemente casi todo el día.

 ¡Alabado sea Jesucristo!

 


 

 


 

 

 

 

 

 

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